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martes, 1 de octubre de 2013

Veneno

Lunes, al fin llegaba el bandito Lunes; John se levantó como todo el tiempo sin ánimos de nada, mucho menos de escuchar a los estúpidos de la academia de arte, ¡eran Igual que en Clardestons School! Solo que se las daban de estúpidos intelectuales, aunque tampoco se quejaba; los profesores no eran tan estrictos y al menos podía alcanzar de un siete a un ocho punto cinco de promedio.
Antes de levantarse se quedó seimsentado dedicándose a ver por la ventana, las calles a esa hora estaba netamente vacías, comenzaban a llenarse a eso de las siete en adelante; eran las seis y media de la mañana por lo que todavía estaban prendidos los focos públicos, el que estaba en frente de su habitación no funcionaba,  la luz era un poco tenue, se iba y venía a cada cinco minutos.
Después recordó nuevamente a Cynthia Powell, no quería hacerlo pero su subconsciente así le ordenaba y cada vez que pensaba en ella, lo hacía también en McCartney ¿Qué tanto habría logrado Paul con Cynthia el domingo? ¿Le habría besado? ¿Se adelantó y le propuso que fuesen novios? Era lo más normal, Paul y Cynthia se conocían desde hacía algunos meses, estaba por demás admitir que McCartney jugase chueco y le hiciese alguna mala partida. Aunque después se detenía a pensar con mejor claridad, no Paul no era de esos cobardes que daban una pedrada siempre adelante. Si algo le reconocía a Paul es que era ante todo un tipo que ponía las amistades antes, por lo que podría despreocuparse.
Por ese lado, ambos jugarían al parejo, la primer opción obviamente no la descartaba y eso hacía que la sangre le hirviese por dentro, pues mientras Powell a él no le daba cuartel, a Paul se notaba que le tenía bastante confianza dado que veía como le esperaba en la universidad terminadas las clases.
Cynthia era de la edad de Paul o sea dos años menor que él, eso no era impedimento para Lennon; gustaba tenerlas de todas las edades, si en algo se distinguía era en que no hacía discriminaciones con ninguna.
Mimí le esperaba en la cocina con un desayuno que consistía en huevos revueltos, fruta picada y jugo de naranja, era demasiado pero para el apetito que Lennon tenía llegadas las doce del día; todo esa abundante desayuno rico en proteínas se volvía poca cosa, entonces era sustituido por un par de emparedados de jamón con queso crema. Los cuales  Mimí tenía buen cuidado de colocar en un departamento aparte en su mochila.
John se sentó a la mesa abriendo el periódico, escupió el primer bocado que se llevó a la boca, en la primer sección que era la de sociales aparecían Cynthia y Paul dándose semejante pico; enfrente del pastel todos los de atrás aplaudían.
-¡Mierda!
John dejó a un lado el periódico junto con el tenedor, ver eso a primeras horas de la mañana le dejó sin hambre, cogió pues su mochila y la guitarra que le regaló su madre. Se hubiera largado de esa casa si no hubiese escuchado la ‘’melodiosa’’ voz de Mimí gritarle desde la cocina:
-¡A donde crees que vas John!
John se volvió enfadado, lo del periódico le cambió rotundamente el buen humor con el que amaneció, por uno relativamente pesado.
 -¡Pues a donde más crees que voy Mimí!-John no tenía muchas ganas de dar explicaciones.-¡A la jodida escuela!
Sin más salió de casa azotando la puerta tras de sí, buscó en su chaqueta de piel; negra un cigarrillo, por suerte, los que compró la tarde del domingo con Stuart todavía no se acababan, antes de salir encendió uno y emprendió la caminata hacia la escuela de arte.
®®®®
Cynthia se despidió de su madre dándole el acostumbrado beso en la mejilla.
-¡No olvides llegar temprano, recuerda que Tony regresa hoy de Londres!
Cynthia solamente asintió con la cabeza, mejor regalo no pudo tener que enterarse de que Tony, tenía una semana libre otorgada por la escuela militar para ir a Liverpool, todo por motivo de su cumpleaños. Le hubiese encantado tenerlo con ella el mero día, pero fue completamente imposible.
Tony hacía el servicio militar, fungiendo como guardia en Kengisnton por lo que debía quedarse todo el domingo hasta el lunes en la tarde, aún así estaba contenta con tener a su hermano en casa. No porque fuese su hermano mayor, sino porque a raíz del deceso de su padre Tony era; quien le consentía todos sus caprichos. A parte de que otro motivo de su contento era el tocadiscos nuevo que le llegó de Londres, como regalo retrasado de su hermano, en realidad no es que necesitase uno, pero se escuchaba de maravilla.
Paul le esperaba afuera de su casa como todas las mañanas, Cada quien iba a escuelas distintas pero tomaban el mismo auto bus por lo que no había ningún problema.
Apenas salió de su casa le recibió con un abrazo y un beso en la mejilla:
-Buenos días ¿Puedo saber el porqué de tanta alegría?
Cynthia dudó en decirle un poco a Paul sobre Tony, pero considerando el hecho de que probablemente Paulie sería más pronto de lo que ella esperaba como algo más que un amigo, estaba dispuesta a decírselo.
-Mi hermano.-Cynthia sin sospechárselo ya tomaba la mano de Paul, este sintió un escalofrío recorrerle la espalda.-Tony regresa hoy de Londres, estará una semana aquí, ya sabes por lo de mi cumpleaños.
Paul se quedó callado, Cynthia seguía cogida de su mano, no es que le desagradara al contrario; sin embargo pensaba que las cosas estaban yendo demasiado a prisa para su gusto.
-Mamá quiere hacer una fiesta privada.-Cynthia continuaba con su relato.-Esta noche, invitará solamente miembros de la familia de Blackpool, y unas cuantas amistades de aquí, por cierto que estas invitado.
-Gracias. –Paul se rascó la cabeza, era otro chance más para granjearse a Cyn. Solo que consideraba el hecho de que John debería hacer algo por su cuenta antes que se le ocurriese reclamar.-Vendré en la noche.
-Eso espero, no me gustaría estar sola.
Ambos se echaron a reír con el último comentario de Cynthia, luego siguieron en silencio su camino.
®®®®
John llegó al aula de la clase de boceto hecho una fiera, dejó con furia su maletín sobre el pupitre sin fijarse siquiera que en la misma instancia se encontraba Marie la ‘’mejor’’ amiga se Cynthia, esta no perdió chance para seguir jugándose su suerte con Lennon.
-Hola John.-Deslizó sus manos alrededor del pecho de John por debajo de la camisa, con lo que no contaba, es con que Lennon no estuviese de humor para soportar a nadie.-Uy que genio traemos, a que viste los periódicos ¿no?
John que estaba de frente hacia la pizarra se volvió enfadado hacia Marie, solo porque no quería perder sus galas de caballero cuando intentaba conquistarla.
-Mira linda.-John tomó fuertemente su barbilla.-No estoy de humor para tus sarcasmos Marie.
John se dio la media vuelta, quedando nuevamente en la posición donde estaba antes, solo que Marie no se quedó conforme, estaba segura que John había visto los periódicos de la mañana donde la tonta de Cynthia salía dándose besos con Paul; lo que más le causaba regocijo era saber que probablemente Lennon estaría con el culo ardiendo después de haberlas visto.
-¿Qué se siente John?-John se volvió hacia ella con el rostro nuevamente desencajado, estaba colmándolo.-¿No es grato saber cuando alguien te manda al demonio de buenas a primeras verdad?
John dejó escapar una carcajada, era obvio que Marie estaba celosa de Cynthia o al menos eso es lo que sus palabras con algo de veneno le hicieron pensar; en parte admitía que Marie aún con todo y lo patética que era tenía razón, en otros tiempos era él quien las mandaba al demonio con la mano en la cintura argumentando que ya no eran suficientes. Sin embargo Powell…esa Powell le estaba causando miles de dolores de cabeza.
Pero tenía el buen cuidado de no darlo a notar, siempre que podía se daba el lujo de pasar el rato con las otras a fin de cuentas eran muchas.
-¿A caso habla la voz de la experiencia Marie?-¡Bingo! Golpe de vuelto, eso le enseñaría a esa perra a no pasarse de lista con él.-Digo, me parece que yo te hice lo mismo cuando me fijé en Powell.
Marie se quedó callada, solo porque la lengua se le trabó con las últimas palabras de John. Pero la turbación pasó rápido lo que le dio chance de defenderse aunque fuese un poco.
-Puede que sí.-Marie se puso a caminar por las filas, terminó cansándose y se sentó en uno de los pupitres que estaban cerca de John.-¿Pero no me has dicho todavía que se siente?
John se encogió de hombros.
-Pues ni bien, pero tampoco mal, es decir siempre hay una primera vez, pero te aseguro que tu amiguita va a caer.
-¿Eso crees?-Espetó Marie entre juguetona y burlesca.-McCartney también anda detras.
-Eso ya lo sé.
Marie se volvió hacia John sorprendida, ¿Qué diablos quería decir con eso? O…¡Vaya ,vaya! Así que Lennon y McCartney se peleaban a Cynthia, pobre par de tontos peleándose por alguien que a su gusto era insignificante.
Por su parte John solo miraba a Marie con una gran sonrisa en el rostro, estaba seguro que eso acabó por molerla, al menos le quitaría esos aires de abeja reina que se cargaba aunque también comprendía que a raíz de ello le estaba echando a Powell encima, no le importaba solo con hacerla sentir una pulga le hacía feliz.
-¿Qué pasa Marie?-John ahora era quien le rondaba escondiendo su nariz entre su negra y espesa cabellera.- ¿Te han comido la lengua los ratones?
Marie hubiese contestado, estaba en ese punto enfurecida, nadie se atrevía a hablarle en ese tono, solamente John Lennon podía hacerlo pero porque ella sabía que ambos eran igual, apenas abrió la boca el aula comenzó a llenarse de alumnos, y ella tuvo que tragarse una vez más sus palabras dejando tras de sí a un Lennon felizmente victorioso.





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