Era domingo, John no tenía nada que hacer, mientras que
tía Mimí se estaba poniendo sus mejores prendas, era el cumpleaños de Cynthia
Powell, Patrice la invitó a tomar el té, mientras su hija tenía una fiesta
‘’privada’’ con los señoritos de Liverpool, no entendía el afán de Patrice por hacer
que Cynthia conociese muchachos, aunque ella no tuvo hijos propios, pensaba que
estaba apresurándose demasiado, Cynthia estaba en la edad de conocer, de disfrutar
, como siempre su madre no la estaba dejando disfrutar de ello.
Mimí salió de su habitación arreglándose el cabello
recién arreglado, antes de salir tomó su bolso, no sin antes gritar a John que
se cuidase de no hacer otra locura mientras ella estuviese fuera de casa. Al
abrir la puerta se encontró a Stuart Sutcliffe. No le gustaba mucho como amigo
de John, pero en fin para hacer entender a su sobrino, era un trabajo
imposible.
-¿Buscabas a John?-Preguntó tajantemente.
Stuart por su parte, sabía que no era muy del agrado de
la tía de John por más bien que se portase, así que comprendió que si siendo
caballeroso no la hacía caer, pues prefirió ser él mismo. O sea cínico como el
mismo sabía.
Stu sonrió de medio lado, sí esa sonrisa ladina que las
hacia caer a todas…menos a Mími.
-De hecho sí.-Se puso a sacarse la tierra de las
uñas.-¿Supongo que puedo pasar no tía?
Mími rodó los ojos, se abrió paso para dejarlo entrar.
Una vez que Stuart estuvo dentro cerró la puerta para alejarse finalmente de la
cuadra. Por su parte Stuart subió las escaleras, al entrar a la habitación de
Lennon se lo encontró profundamente dormido.
Stuart ideó un plan para despertarlo, caminó hacia atrás
y cuando vio que midió los pasos suficientes como para echarse encima de John
se echó a correr, cayendo sobre Lennon.
John se despertó algo sofocado y a la vez enojado, por
una parte porque Stuart lo despertó estaba soñando con Bridgitte Bardot, y en
segunda porque no fue invitado a la fiesta de la Powell.
-¡Carajo Stu que manera de despertarme tienes!
Stuart se recargó en el muro de la puerta al tiempo que
se carcajeaba, ver enojado a John era la cosa que más le divertía; eso era una
mola, tenía que admitirlo Lennon se veía chistoso, muy chistoso y más aún
cuando se encontraba en ‘’paños menores’’.
Pero a lo que había ido, ese domingo se celebraba la
fiesta de Powell, Paul seguramente ya estaría ahí haciendo galas de caballerito
del siglo XIX, lo que no quería era que John se quedase atrás con la chica
Powell, si es que iban a competir por ella. Pues que la competencia se jugara
al parejo para que ninguno de los dos quedara disconforme con los resultados
después.
-Ya.-John se sentó de mala gana , al tiempo que se giraba
para buscar sus lentes, los cuales encontró debajo de la almohada, fue una
suerte que no se hubiesen quebrado.- ¿A que jodidos has venido?
Stu, hizo malas muecas, esas no eran maneras principal
mente, lo primero que pensaba es que a Johnny Mimí no le enseñó modales.
-¿Sabes que día es hoy?
John torció los ojos,
de momento no estaba de momento para los jueguitos idiotas de Stu, justo
ahí sentía unas ganas de echársele encima a ese cabrón.
-Pues domingo obviamente.-John, no tenía nada de ganas de
soportarlo, así que mejor tomó la guitarra, la cual afinó y empezó a tocar
algo.
‘’Hello Little Gril’’ Stu puso más oído a la canción. ‘’ Hello little gril, hello little gril.
When i see you every day pased mhm, Hello Little Gril…’’ ¡Wow! Vaya que John sí que tenía talento pero
no tanto como el marica de McCartney, claro que esos dos juntos hacían la
combinación perfecta pero esa canción…
-John.-Stuart llamaba en vano, John seguía embobado con
su cancioncita ñoña.-¡Upa!
-¡Ahora ya me has colmado te mataré!
John dejó de lado la guitarra, para irse encima de
Stuart, empezando una guerra de cosquillas en la cual el ganador fue Stu dado a
que se escapó de Lennon saliendo por el hueco que tenía en su brazo.
-Ya en serio.-Dijo Stuart carcajeándose.-¿Desde cuando
tienes esa canción?
John se encogió de hombros, volvió a tomar la guitarra
pero solamente le abrazó apoyando su rostro encima de ella.
-Desde hace algunos días, creo que desde el jueves pasado
¿Por qué?
Stuart recorrió su boca con la lengua, Lennon le
preguntaba el porqué, pues porqué esa canción sería buena para presentarla como
un regalo. No sabía que iba a llevarle Paul pero ya se imaginaba algo lindo y
caro.
Pero lo que conquistaba a las chicas no eran los regalos
caros, sino mas bien los detalles románticos, la canción de John era justamente
lo que él buscaba.
-¿Sabes que hoy es el cumpleaños de Cyn verdad?
-Sí. ¿Y tú sabes que la vieja esa no me invitó verdad?
Joder.
Eso hacía las cosas difíciles, de momento no supo que
hacer si decirle que se alistara o de plano quedarse con él ya que muchas ganas
de ver a la abeja reina, rodeada de los zánganos de Liverpool .
-Lo que me mata de rabia es que Paul si ha de estar
ahí.-Lennon apretó su guitarra con fuerza.-¡Maldito idiota! Claro siempre con
esa carita de yo no fui, cuando tu y yo le conocemos algunas cosas, solo que el
muy pendejo sabe como taparse sus pecadillos.
Stuart se encogió de hombros, le golpeó a John el hombro
para que le hiciese un lugar en la cama individual. Como pudo se acomodó en
ella subiendo un pie.
-¿Y que vas a hacer?
Lennon se quedó callado, bien esta vez Paul había ganado
una, pero siempre le quedaba el consuelo de quien reía al último reía mejor,
dejaría pasar unos días más, después de eso llevaría a Cyn a ‘’The Cavern’’.
Hello Little Gril sería el tema de apertura, diría que la dedicaba a una buena
amiga y ya vería que más hacía después.
No cabía duda, ¡Era todo un genio! Ya tenía ganas de ver
la cara de Paul cuando la estuviese cantando, seguro se harían los golpes, pero
en fin., Nada que no fuese divertido a fin de cuentas un día se peleaban al día
siguiente se contentaban.
-¿Johnny?-Insistió Stuart al verlo callado y sonriendo
como idiota.
-Dime Stucliffe.
-¿En que estás pensando?
John suspiró, no le diría a Stu lo que pensaba hacer, eso
solamente le concernía a él.
-Solo te diré una cosa Stu, Por esta vez dejare que Paul
me lleve ventaja, pero solo por esta vez. Porque las siguientes entonces comenzare
a pelear como es debido, no voy a descansar hasta tenerla en mi colchón.
®®®®
A pesar de ser el centro de atención
Powell estaba aburrida, muy, muy aburrida, Ninguno era lo suficientemente
interesante como para tratar de charlar con él cinco minutos por lo menos, A
cada cinco segundos miraba hacia la puerta con la esperanza de que alguien
conocido entrase por ella. Si pensaba en Paul o John, aunque conociendo como
conocía a su madre estaba segura que con la antipatía que ella y Lennon se
tenían fue capaz de no invitarlo.
Se partía de risa por dentro al
imaginarse la cara de Lennon, por otro lado ni le daba importancia al asunto.
Lo primero que ese idiota haría era embriagarse y ponerse a contar chistes
estúpidos de esos que sol0 él se inventaba. ¿Pero que esperaba? Era John
Lennon, no estaba para más. Su sonrisa se amplió al ver entrar a Dhoty y Marie.
Al menos alguien con quien sentirse contenta en medio de esa ‘’tertulia’’ llena
de hombres.
Marie entró viboreando todo, vaya que
la madre de Cynthia se esmeró. Todos los chicos que conocía y hasta los que no
estaban citados en la casa de Powell haciéndole ronda. Solo faltaban dos, Paul
McCartney el hijo del dueño de la mueblería y John Lennon.
-¡Querida feliz cumpleaños!
Marie le dio un beso en la mejilla y
un abrazo a Cynthia, Cynthia le recibió con mucho gusto, muy diferente a Marie
quien cuando estuvo abrazando a Cyn rodó los ojos, Odiaba tener que admitir que
esa fuese mejor que ella y sobre todo que hubiese captado la atención de
Lennon. Era algo que no se podía creer ¿Cómo Cynthia Powell siendo una rata de
biblioteca podía ser del agrado de John? Era algo que no se esperaba.
-¡Cuánto hombre Cyn!-Marie se separó
de ella tomándole de las manos.- Y todos para ti sola.
Cynthia se rió, llevó su vaso de brandy
a la boca dando un pequeño sorbo, Marie le dio una pequeña cajita forrada con
papel azul y un moño color plata a base de adorno, Cyn la cogió sonándola muy
cerca de su oído izquierdo.
-¿Y que es?
-Pues abadaquedabra amiga.-Marie le
frotó el hombro.-¡Típico de las cumpleañeras! No comas ansias, al llegar la
hora de los regalos lo sabrás.
Cyn sonrió, su madre se acercó a
recoger el regalo para ponerlo en otros tantos, mientras tocó el turno de
Dorothy, ella llevaba un encargo de John, el sábado quedó de verse con Lennon
en ‘’The Cavern’’ para hacerle entrego de esa grabación. Le prohibió
rotundamente abrirlo, por lo que durante toda la noche del sábado, Dorothy tuvo
que comerse las uñas para poder calmarse y así pensar la tentación que le daba
el no saber que él había regalado Lennon a Cyn.
Por su parte le llevó el nuevo LP de
Eddie Corchan, sabía que era el cantante
de Rock and Roll favorito de Cyn, claro ella sabía todos sus gustos dado a que
se conocieron desde muy chicas, se mudaron a Liverpool juntas y bueno Marie fue
la última en unirse al grupo solo que Dothy le tenía cierto resentimiento dado
a que sentía que le quitaba lugar con Cyn.
-¡Wow Dothy te has lucido!
Cynthia saltó sobre Dorothy, ambas se
vencieron por sus pesos y fueron a dar al suelo mientras Marie se reía, los
chicos de alrededor dejaron lo que estaban haciendo para ayudarlas a
levantarse. Cyn y Dothy dejaron el piso sacudiéndose los vestidos.
En ese mismo instante Cyn alzó la
vista, en la sala había un muchacho, alto, muy bien parecido, vestido de traje
y cabello obscuro. Adivinó quien era, dejó a sus amigas por unos momentos
caminando sigilosamente a Paul quien se encontraba embobado viendo los adornos
de la casa.
Cuando estuvo a una distancia
prudente, Cynthia picó su cintura con el dedo índice. Paul se sobresaltó
ocasionando que dejara caer su copa. Al ver a Cynthia reír como si nada él
también se unió a la risa. A fin de cuentas el traje lo guardaba desde hacia
tiempo, no tenía importancia.
-¡Mírate!-Le tomó la mano haciéndola
dar una vuelta.-Te ves hermosa. ¿Qué te has hecho eh?
Cynthia le dio un ligero golpe en el
hombro, con Paul bien podía olvidarse de todos los demás, hizo un ademan para
que la acompañara.
®®®®
Salió a escondidas de su madre a el jardín
trasero, ahí se sentaron en la fuente de mármol que tanto presumía su madre a
las amistades cercanas.
Se quedaron en silencio varios
minutos, hacia una noche no muy fría por lo que aquel vestido negro y sin
espalda no le ocasionaba molestias corporales.
-Esperaba ver a John.
Habló Paul rompiendo al fin el
silencio que de por si ya se volvía incomodo para él.
Cynthia suspiró, ¿Tenía que acordarse
de John Lennon en su fiesta? Era culpa de su madre por no haberlo invitado no
de ella. Ahora todos le preguntaban el porqué de la ausencia del sobrino de
Mimí.
-Mi madre no le invitó.-Paul se
carcajeó, nunca imaginó que la señora Powell tuviese ley seca contra John
Lennon.-¿Qué te parece tan gracioso?
Cynthia dejó de sonreír fingiendo
estar enojada, Paul tampoco se quedó atrás, puso cara cordero degollado, sabía
que esas caras le salían a la perfección. Aún recordaba que cuando quería
alguna golosina no bastaba más que hiciese eso con su padre para que cayese. Se
dejó pronto de chistes, consideró eso como una batalla ganada a Lennon. Solo
tenía que estar pendiente de los movimientos de John eso lo tenía pensado para
no llevarse una sorpresita de esas que Lennon acostumbraba a hacer.
-La verdad es que me alegro de que
mamá me haya evitado el tener que soportarlo.-Cynthia se puso en pie
recargándose en un farol.-¿Cómo lo soportas?
-Solo sé que somos buenos
amigos.-Contestó Paul sintiéndose hipócrita, pero en el fondo, si se
consideraba amigo de John.-Sé que a veces John puede ser un cabron de primer
categoría, pero es un buen chico solo hay que darle oportunidad.
Cynthia miraba a Paul con los ojos
desorbitados, no podía creer que Paul McCartney con tan buenos modales, pudiese
juntarse con alguien como John Lennon. Quien no era más que un vago que
estudiaba arte porque fue expulsado del primer colegio dado a que ninguno de
los profesores lo quiso en sus clases y en sus expedientes tenía notas de
idiota.
En cambio Paul era un chico bien, de
buena familia no muy adinerada pero si acomodada, tenía notas buenas, ganas de
salir adelante, de ser alguien en la vida y por si fuese poco era guapo, muy guapo.
Pero si se ponía a pensar Lennon
tenía un no sé que, eso es lo que le inquietaba de Lennon, que por más que ella
se negase siempre habría un modo para dirigir sus ojos a él. Era el rey del
espectáculo por decirlo le encantaba hacer bola, otro punto a favor para John
era ese maldito carácter. No sabía hasta cuando iba a seguir resistiéndose a
John, pero si sabía que John seguiría insistiendo y que ella pondría todo de su
parte para no caer con Lennon. Era lo peor que podía hacer.
-He de confesar que al principio
también me costó trabajo encajar con Lennon.-Paul siguió hablando, Cynthia
salió de sus pensamientos centrándose en Paul.-Era demasiado altivo, se sentía
el número uno, impulsivo, aguerrido, violento. En fin muchas veces quise
salirme del grupo, continuar en solitario pero mientras más lata me daba
Lennon, mas comprendía que me tenía que quedar hasta que me lo eché a la bolsa.
¿Y sabes cual fue la razón por la que terminamos siendo uña y mugre? La música,
es fácil de comprenderlo.
Cynthia dejó escapar una carcajada,
recordó que la mañana del viernes un amigo George Harrison adicionó para el
grupo de John.
-¿Oye y que con George?
Paul levantó la cabeza sorprendido de
que Cyn conociese a George, él lo conocía porque coincidían en las paradas del
bus para la escuela. Llevaban en ese peso ya tres años.
Un día antes del viernes Paul vio
tocar a George en medio de un grupo de muchachos, comprendió que el chico tenía
talento. Sabía lo que hacía y bueno jugaba con las melodías. Comprendió
entonces que tenía que llevarlo con John, estaba seguro que el chico Harrison
le iba a gustar.
-No sabía que conocieras a George.
-Su madre hizo mi pastel de
cumpleaños y bueno, él trabaja en una tienda de música a la cual voy a comprar
discos muy a menudo.
-Mmmm pues que bueno, George tendrá
su primera actuación el domingo entrante ¿No quieres ir?
-Sigues sin convencerme Paulie.- Cynthia
se sentó en el césped cruzando sus piernas.-Es que no sé…eres tan diferente a
ellos.
Paul soltó la carcajada, era por eso
de no ser el típico muchacho rock and roll que iba por ahí golpeando cosas, haciendo
tonterías u orinando en las calles y en fin. Solo era la música lo que llamaba
su atención. Simple.
-Sabes que no me gusta actuar como un
idiota.-Sintió la boca seca, buscó su copa
dio unos cuantos tragos, antes de pasarlo definitivamente lo sostuvo en
su boca sintiendo como el sabor del vino se apoderaba de su boca, era añejo se
notaba a legua ya que tenía un mejor sabor.-Solo hago lo que me gusta que es
hacer música.
-¿Sabes que se me ha hecho tan
difícil Paul? El componer, no entiendo que es lo que se necesita para sacar una
melodía. Puedo hacer oleos con solo imaginar lo que quiero plasmar en la imagen
pero la música se me hace complicada a la vez que traicionera. ¿Tú como le
haces?
No era difícil. No al menos para
Paul, siempre tuvo buenas aptitudes musicales las cuales sabía aprovechar y
bastante bien. Ahora que si se trataba de componer no era otra cosa más que
tratar de hacer primero la melodía, luego intentar una y otra vez con la letra
y listo, Ya tenía una canción.
No era tan complicado como
argumentaba Cyn, cuando se tenía el gusto por eso se hacía la cosa más fácil
del mundo. Por ejemplo a él le servía bastante componer con ayuda de una
guitarra más que de un piano. El piano era bastante complicado, sacar acordes,
notas, sinfonías en fin toda una odisea, cosa que no le deseaba ni
siquiera John. En cambio una guitarra
era menos complicada, con solo rascar las cuerdas se sacaban algunas melodías,
era como un poco mas amoldada a un músico principiante, y el instrumento mas
fácil para tocarse claro todo desde la perspectiva de Paul McCartney.
-¿Qué quieres que te diga Cyn?
Paul ya no estaba sentado en la
fuente, ahora cambió de lugar recostándose con Cynthia, era agradable estar con
ella, platicaba de muchas cosas se sentía más a gusto con Cynthia que con las
putas de la caverna.
Eso era lo que llamaba su atención de
Cyn, que era sincera, se dejaba llevar y decía lo que sentía sin chistar era
una chica algo difícil dado a que tenía un carácter no muy fácil de moldear.
Había que llegarle por muchos lados para poder dar en el clavo y una vez que lo
tenía, no lo soltaba ni de loco, cuando se hacía enojar a Cynthia Powell era
estar viendo al mismísimo Lucifer, bueno era peor, mucho peor.
Pero aun con toda su dificultad,
Cynthia podía ser una rosa suave, olorosa y muy hermosa. Más todavía cuando
sonreía. Para Paul McCartney el ver sonreír a Powell, era estar viendo ángeles
bajar del cielo.
Haría hasta lo imposible por evitar
que Cynthia cayese en manos de John, hasta no estar seguro que Lennon tendría
con ella otras intenciones no iba a ceder con nada. Pelearía por ella; si al
final John le ganaba pues ni modo, solo le restaba pedirle que fuese sincero
con ella; que no la lastimase, era lo menos que se merecía.
-Puedo hacerte una pregunta Cyn?
-Claro, ¿Qué no estamos en confianza
Paul?
-¿Por qué odias a Lennon?
Cynthia se quedó esta vez callada,
¿Por qué odiaba a Lennon? No lo sabía, solo sabía que no le gustaba ni que la
mirara, ni que la tocara, John era insoportable para Powell, aunque a veces se
confundía dado a que llegaba a sentir que le atraía en muchas formas.
Varias veces quiso acercarse a John,
intentar charlar sobre algo que no fuesen los senos de la mujer que estaba
enfrente de todos posando para las pinturas, pero sencillamente era imposible
tratar de dialogar algo decente con Lennon, John no tenía otra cosa en la
cabeza más que sexo, sexo y sexo ah también Rock and roll, fuera de eso no
había cabida para más. Lo que a sus ojos le hacía parecer como un cavernícola
viviendo en los años cincuentas, anudando a que era un tipo sin modales, no le
importaba en donde o con quien estuviese siempre tenía que salir con alguna
estupidez que aunque para unos fuese bochornoso; para Lennon era la mejor de
las bromas.
-No le odio.-Cynthia se llevó las
manos a la cara, tenía algo de sueño.- Solo no me cae, es decir no considero
que…
-¿Sabes que tu le llamas la atencion
verdad?
Cynthia se quedó asustada,
petrificada al saber que era del gusto de un tipo como Lennon, no es que le
desagradase saber que no le era indiferente pero sabiendo como era seguro la
querría para sexo y nada más. John no era capaz de tener una relación seria con
una chica sin estar el sexo por delante eso lo sabían todos, el hecho de que
Paul le hiciese semejante confesión le hizo estremecer de pies a cabeza.
Por su parte, Paul comprendió su gran
metida de pata ¡mas idiota no podía ser con un carajo! Cynthia no estaba
preparada para que se enterase de que era del agrado de Lennon, y él como un
completo idiota se lo dijo sin decirle agua va.
-Es decir.- Lo mejor era apurar las
cosas antes de que Cyn se pusiese mas pálida de lo que ya estaba.- Le gustas como una amiga… tu sabes cómo es
Lennon ¿no?
-Me asustó mucho lo que me acabas de
confesar Paul.-Cynthia se pasaba las manos por los brazos, la noche se empezaba
a poner un poco fría, Paul como todo buen caballero se quitó el saco de encima
y lo colocó sobre sus hombros.-Gracias, pero te decía que tengo miedo ¿Qué pasa
si Lennon se sigue obsesionando conmigo Paul?
Paul se mordió el labio inferior,
definitivamente fue un total imbécil con decírselo as Cynthia, lo mejor pudo
haber sido quedarse callado. Pero en fin había que arreglar las cosas.
-Pues yo te defendería de John.-Paul
no pudo evitarlo, llevó una de sus manos a su mejilla izquierda.
Cynthia por su parte estaba con el
corazón brincando, nunca en toda su vida estuvo tan cerca de un hombre como en
ese momento, el primer beso lo recibió como a los quince años, sin embargo no
sintió que fuese importante, dejó que Paul hiciera con ella un poco más, su mano
bajó de su mejilla a su cuello poco a poco ambos empezaron a ladear sus cabezas
juntando al fin sus labios en un beso tímido y tierno.
Cynthia sintió los labios de Paul un
tanto cálidos, pero no por eso dejaban de ser agradables para la rubia Powell,
entre tanto llevó su mano al cuello de McCartney para poder estar más cómoda mientras que Paul ponía sus
manos temblorosas en su pequeña cintura. Sintió que Paul comenzaba a acalorarse dado a
que cuando abrió los ojos ya tenía a McCartney encima de su cuerpo con ella
recostada sobre el césped, por lo que consideró prudente separarlo antes de que
alguien más los viese.
-Paulie.-Cyn puso sus manos en el
pecho de Paul impidiéndole seguir, Paul se separó de ella con los labios
totalmente hinchados.-Será mejor que volvamos adentro, mamá debe estarme
buscando.
Paul sonrió de medio lado, por lo
menos ese beso fue una ventaja mas encima de John, de seguir así pronto Cynthia
sería su novia y John bueno…a ver que hacía para quitarlo del camino. Se
levantaron ambos del césped sacudiéndose la ropa, Cyn devolvió a Paul su saco y
ambos se metieron nuevamente al interior de la casa.
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