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viernes, 23 de agosto de 2013

¿De que te quejas? En la Guerra y en el amor todo se vale

Era domingo, John no tenía nada que hacer, mientras que tía Mimí se estaba poniendo sus mejores prendas, era el cumpleaños de Cynthia Powell, Patrice la invitó a tomar el té, mientras su hija tenía una fiesta ‘’privada’’ con los señoritos de Liverpool, no entendía el afán de Patrice por hacer que Cynthia conociese muchachos, aunque ella no tuvo hijos propios, pensaba que estaba apresurándose demasiado, Cynthia estaba en la edad de conocer, de disfrutar , como siempre su madre no la estaba dejando disfrutar de ello.
Mimí salió de su habitación arreglándose el cabello recién arreglado, antes de salir tomó su bolso, no sin antes gritar a John que se cuidase de no hacer otra locura mientras ella estuviese fuera de casa. Al abrir la puerta se encontró a Stuart Sutcliffe. No le gustaba mucho como amigo de John, pero en fin para hacer entender a su sobrino, era un trabajo imposible.
-¿Buscabas a John?-Preguntó tajantemente.
Stuart por su parte, sabía que no era muy del agrado de la tía de John por más bien que se portase, así que comprendió que si siendo caballeroso no la hacía caer, pues prefirió ser él mismo. O sea cínico como el mismo sabía.
Stu sonrió de medio lado, sí esa sonrisa ladina que las hacia caer a todas…menos a Mími.
-De hecho sí.-Se puso a sacarse la tierra de las uñas.-¿Supongo que puedo pasar no tía?
Mími rodó los ojos, se abrió paso para dejarlo entrar. Una vez que Stuart estuvo dentro cerró la puerta para alejarse finalmente de la cuadra. Por su parte Stuart subió las escaleras, al entrar a la habitación de Lennon se lo encontró profundamente dormido.
Stuart ideó un plan para despertarlo, caminó hacia atrás y cuando vio que midió los pasos suficientes como para echarse encima de John se echó a correr, cayendo sobre Lennon.
John se despertó algo sofocado y a la vez enojado, por una parte porque Stuart lo despertó estaba soñando con Bridgitte Bardot, y en segunda porque no fue invitado a la fiesta de la Powell.
-¡Carajo Stu que manera de despertarme tienes!
Stuart se recargó en el muro de la puerta al tiempo que se carcajeaba, ver enojado a John era la cosa que más le divertía; eso era una mola, tenía que admitirlo Lennon se veía chistoso, muy chistoso y más aún cuando se encontraba en ‘’paños menores’’.
Pero a lo que había ido, ese domingo se celebraba la fiesta de Powell, Paul seguramente ya estaría ahí haciendo galas de caballerito del siglo XIX, lo que no quería era que John se quedase atrás con la chica Powell, si es que iban a competir por ella. Pues que la competencia se jugara al parejo para que ninguno de los dos quedara disconforme con los resultados después.
-Ya.-John se sentó de mala gana , al tiempo que se giraba para buscar sus lentes, los cuales encontró debajo de la almohada, fue una suerte que no se hubiesen quebrado.- ¿A que jodidos has venido?
Stu, hizo malas muecas, esas no eran maneras principal mente, lo primero que pensaba es que a Johnny Mimí no le enseñó modales.
-¿Sabes que día es hoy?
John torció los ojos,  de momento no estaba de momento para los jueguitos idiotas de Stu, justo ahí sentía unas ganas de echársele encima a ese cabrón.
-Pues domingo obviamente.-John, no tenía nada de ganas de soportarlo, así que mejor tomó la guitarra, la cual afinó y empezó a tocar algo.
‘’Hello Little Gril’’ Stu puso más oído a la canción. ‘’ Hello little gril, hello little gril. When i see you every day pased mhm, Hello Little Gril…’’ ¡Wow! Vaya que John sí que tenía talento pero no tanto como el marica de McCartney, claro que esos dos juntos hacían la combinación perfecta pero esa canción…
-John.-Stuart llamaba en vano, John seguía embobado con su cancioncita ñoña.-¡Upa!
-¡Ahora ya me has colmado te mataré!
John dejó de lado la guitarra, para irse encima de Stuart, empezando una guerra de cosquillas en la cual el ganador fue Stu dado a que se escapó de Lennon saliendo por el hueco que tenía en su brazo.
-Ya en serio.-Dijo Stuart carcajeándose.-¿Desde cuando tienes esa canción?
John se encogió de hombros, volvió a tomar la guitarra pero solamente le abrazó apoyando su rostro encima de ella.
-Desde hace algunos días, creo que desde el jueves pasado ¿Por qué?
Stuart recorrió su boca con la lengua, Lennon le preguntaba el porqué, pues porqué esa canción sería buena para presentarla como un regalo. No sabía que iba a llevarle Paul pero ya se imaginaba algo lindo y caro.
Pero lo que conquistaba a las chicas no eran los regalos caros, sino mas bien los detalles románticos, la canción de John era justamente lo que él buscaba.
-¿Sabes que hoy es el cumpleaños de Cyn verdad?
-Sí. ¿Y tú sabes que la vieja esa no me invitó verdad? Joder.
Eso hacía las cosas difíciles, de momento no supo que hacer si decirle que se alistara o de plano quedarse con él ya que muchas ganas de ver a la abeja reina, rodeada de los zánganos de Liverpool .
-Lo que me mata de rabia es que Paul si ha de estar ahí.-Lennon apretó su guitarra con fuerza.-¡Maldito idiota! Claro siempre con esa carita de yo no fui, cuando tu y yo le conocemos algunas cosas, solo que el muy pendejo sabe como taparse sus pecadillos.
Stuart se encogió de hombros, le golpeó a John el hombro para que le hiciese un lugar en la cama individual. Como pudo se acomodó en ella subiendo un pie.
-¿Y que vas a hacer?
Lennon se quedó callado, bien esta vez Paul había ganado una, pero siempre le quedaba el consuelo de quien reía al último reía mejor, dejaría pasar unos días más, después de eso llevaría a Cyn a ‘’The Cavern’’. Hello Little Gril sería el tema de apertura, diría que la dedicaba a una buena amiga y ya vería que más hacía después.
No cabía duda, ¡Era todo un genio! Ya tenía ganas de ver la cara de Paul cuando la estuviese cantando, seguro se harían los golpes, pero en fin., Nada que no fuese divertido a fin de cuentas un día se peleaban al día siguiente se contentaban.
-¿Johnny?-Insistió Stuart al verlo callado y sonriendo como idiota.
-Dime Stucliffe.
-¿En que estás pensando?
John suspiró, no le diría a Stu lo que pensaba hacer, eso solamente le concernía a él.
-Solo te diré una cosa Stu, Por esta vez dejare que Paul me lleve ventaja, pero solo por esta vez. Porque las siguientes entonces comenzare a pelear como es debido, no voy a descansar hasta tenerla en mi colchón.
®®®®
A pesar de ser el centro de atención Powell estaba aburrida, muy, muy aburrida, Ninguno era lo suficientemente interesante como para tratar de charlar con él cinco minutos por lo menos, A cada cinco segundos miraba hacia la puerta con la esperanza de que alguien conocido entrase por ella. Si pensaba en Paul o John, aunque conociendo como conocía a su madre estaba segura que con la antipatía que ella y Lennon se tenían fue capaz de no invitarlo.
Se partía de risa por dentro al imaginarse la cara de Lennon, por otro lado ni le daba importancia al asunto. Lo primero que ese idiota haría era embriagarse y ponerse a contar chistes estúpidos de esos que sol0 él se inventaba. ¿Pero que esperaba? Era John Lennon, no estaba para más. Su sonrisa se amplió al ver entrar a Dhoty y Marie. Al menos alguien con quien sentirse contenta en medio de esa ‘’tertulia’’ llena de hombres.
Marie entró viboreando todo, vaya que la madre de Cynthia se esmeró. Todos los chicos que conocía y hasta los que no estaban citados en la casa de Powell haciéndole ronda. Solo faltaban dos, Paul McCartney el hijo del dueño de la mueblería y John Lennon.
-¡Querida feliz cumpleaños!
Marie le dio un beso en la mejilla y un abrazo a Cynthia, Cynthia le recibió con mucho gusto, muy diferente a Marie quien cuando estuvo abrazando a Cyn rodó los ojos, Odiaba tener que admitir que esa fuese mejor que ella y sobre todo que hubiese captado la atención de Lennon. Era algo que no se podía creer ¿Cómo Cynthia Powell siendo una rata de biblioteca podía ser del agrado de John? Era algo que no se esperaba.
-¡Cuánto hombre Cyn!-Marie se separó de ella tomándole de las manos.- Y todos para ti sola.
Cynthia se rió, llevó su vaso de brandy a la boca dando un pequeño sorbo, Marie le dio una pequeña cajita forrada con papel azul y un moño color plata a base de adorno, Cyn la cogió sonándola muy cerca de su oído izquierdo.
-¿Y que es?
-Pues abadaquedabra amiga.-Marie le frotó el hombro.-¡Típico de las cumpleañeras! No comas ansias, al llegar la hora de los regalos lo sabrás.
Cyn sonrió, su madre se acercó a recoger el regalo para ponerlo en otros tantos, mientras tocó el turno de Dorothy, ella llevaba un encargo de John, el sábado quedó de verse con Lennon en ‘’The Cavern’’ para hacerle entrego de esa grabación. Le prohibió rotundamente abrirlo, por lo que durante toda la noche del sábado, Dorothy tuvo que comerse las uñas para poder calmarse y así pensar la tentación que le daba el no saber que él había regalado Lennon a Cyn.
Por su parte le llevó el nuevo LP de Eddie Corchan,  sabía que era el cantante de Rock and Roll favorito de Cyn, claro ella sabía todos sus gustos dado a que se conocieron desde muy chicas, se mudaron a Liverpool juntas y bueno Marie fue la última en unirse al grupo solo que Dothy le tenía cierto resentimiento dado a que sentía que le quitaba lugar con Cyn.
-¡Wow Dothy te has lucido!
Cynthia saltó sobre Dorothy, ambas se vencieron por sus pesos y fueron a dar al suelo mientras Marie se reía, los chicos de alrededor dejaron lo que estaban haciendo para ayudarlas a levantarse. Cyn y Dothy dejaron el piso sacudiéndose los vestidos.
En ese mismo instante Cyn alzó la vista, en la sala había un muchacho, alto, muy bien parecido, vestido de traje y cabello obscuro. Adivinó quien era, dejó a sus amigas por unos momentos caminando sigilosamente a Paul quien se encontraba embobado viendo los adornos de la casa.
Cuando estuvo a una distancia prudente, Cynthia picó su cintura con el dedo índice. Paul se sobresaltó ocasionando que dejara caer su copa. Al ver a Cynthia reír como si nada él también se unió a la risa. A fin de cuentas el traje lo guardaba desde hacia tiempo, no tenía importancia.
-¡Mírate!-Le tomó la mano haciéndola dar una vuelta.-Te ves hermosa. ¿Qué te has hecho eh?
Cynthia le dio un ligero golpe en el hombro, con Paul bien podía olvidarse de todos los demás, hizo un ademan para que la acompañara.
®®®®
 Salió a escondidas de su madre a el jardín trasero, ahí se sentaron en la fuente de mármol que tanto presumía su madre a las amistades cercanas.
Se quedaron en silencio varios minutos, hacia una noche no muy fría por lo que aquel vestido negro y sin espalda no le ocasionaba molestias corporales.
-Esperaba ver a John.
Habló Paul rompiendo al fin el silencio que de por si ya se volvía incomodo para él.
Cynthia suspiró, ¿Tenía que acordarse de John Lennon en su fiesta? Era culpa de su madre por no haberlo invitado no de ella. Ahora todos le preguntaban el porqué de la ausencia del sobrino de Mimí.
-Mi madre no le invitó.-Paul se carcajeó, nunca imaginó que la señora Powell tuviese ley seca contra John Lennon.-¿Qué te parece tan gracioso?
Cynthia dejó de sonreír fingiendo estar enojada, Paul tampoco se quedó atrás, puso cara cordero degollado, sabía que esas caras le salían a la perfección. Aún recordaba que cuando quería alguna golosina no bastaba más que hiciese eso con su padre para que cayese. Se dejó pronto de chistes, consideró eso como una batalla ganada a Lennon. Solo tenía que estar pendiente de los movimientos de John eso lo tenía pensado para no llevarse una sorpresita de esas que Lennon acostumbraba a hacer.
-La verdad es que me alegro de que mamá me haya evitado el tener que soportarlo.-Cynthia se puso en pie recargándose en un farol.-¿Cómo lo soportas?
-Solo sé que somos buenos amigos.-Contestó Paul sintiéndose hipócrita, pero en el fondo, si se consideraba amigo de John.-Sé que a veces John puede ser un cabron de primer categoría, pero es un buen chico solo hay que darle oportunidad.
Cynthia miraba a Paul con los ojos desorbitados, no podía creer que Paul McCartney con tan buenos modales, pudiese juntarse con alguien como John Lennon. Quien no era más que un vago que estudiaba arte porque fue expulsado del primer colegio dado a que ninguno de los profesores lo quiso en sus clases y en sus expedientes tenía notas de idiota.
En cambio Paul era un chico bien, de buena familia no muy adinerada pero si acomodada, tenía notas buenas, ganas de salir adelante, de ser alguien en la vida  y por si fuese poco era guapo, muy guapo.
Pero si se ponía a pensar Lennon tenía un no sé que, eso es lo que le inquietaba de Lennon, que por más que ella se negase siempre habría un modo para dirigir sus ojos a él. Era el rey del espectáculo por decirlo le encantaba hacer bola, otro punto a favor para John era ese maldito carácter. No sabía hasta cuando iba a seguir resistiéndose a John, pero si sabía que John seguiría insistiendo y que ella pondría todo de su parte para no caer con Lennon. Era lo peor que podía hacer.
-He de confesar que al principio también me costó trabajo encajar con Lennon.-Paul siguió hablando, Cynthia salió de sus pensamientos centrándose en Paul.-Era demasiado altivo, se sentía el número uno, impulsivo, aguerrido, violento. En fin muchas veces quise salirme del grupo, continuar en solitario pero mientras más lata me daba Lennon, mas comprendía que me tenía que quedar hasta que me lo eché a la bolsa. ¿Y sabes cual fue la razón por la que terminamos siendo uña y mugre? La música, es fácil de comprenderlo.
Cynthia dejó escapar una carcajada, recordó que la mañana del viernes un amigo George Harrison adicionó para el grupo de John.
-¿Oye y que con George?
Paul levantó la cabeza sorprendido de que Cyn conociese a George, él lo conocía porque coincidían en las paradas del bus para la escuela. Llevaban en ese peso ya tres años.
Un día antes del viernes Paul vio tocar a George en medio de un grupo de muchachos, comprendió que el chico tenía talento. Sabía lo que hacía y bueno jugaba con las melodías. Comprendió entonces que tenía que llevarlo con John, estaba seguro que el chico Harrison le iba a gustar.
-No sabía que conocieras a George.
-Su madre hizo mi pastel de cumpleaños y bueno, él trabaja en una tienda de música a la cual voy a comprar discos muy a menudo.
-Mmmm pues que bueno, George tendrá su primera actuación el domingo entrante ¿No quieres ir?
-Sigues sin convencerme Paulie.- Cynthia se sentó en el césped cruzando sus piernas.-Es que no sé…eres tan diferente a ellos.
Paul soltó la carcajada, era por eso de no ser el típico muchacho rock and roll que iba por ahí golpeando cosas, haciendo tonterías u orinando en las calles y en fin. Solo era la música lo que llamaba su atención. Simple.
-Sabes que no me gusta actuar como un idiota.-Sintió la boca seca, buscó su copa  dio unos cuantos tragos, antes de pasarlo definitivamente lo sostuvo en su boca sintiendo como el sabor del vino se apoderaba de su boca, era añejo se notaba a legua ya que tenía un mejor sabor.-Solo hago lo que me gusta que es hacer música.
-¿Sabes que se me ha hecho tan difícil Paul? El componer, no entiendo que es lo que se necesita para sacar una melodía. Puedo hacer oleos con solo imaginar lo que quiero plasmar en la imagen pero la música se me hace complicada a la vez que traicionera. ¿Tú como le haces?
No era difícil. No al menos para Paul, siempre tuvo buenas aptitudes musicales las cuales sabía aprovechar y bastante bien. Ahora que si se trataba de componer no era otra cosa más que tratar de hacer primero la melodía, luego intentar una y otra vez con la letra y listo, Ya tenía una canción.
No era tan complicado como argumentaba Cyn, cuando se tenía el gusto por eso se hacía la cosa más fácil del mundo. Por ejemplo a él le servía bastante componer con ayuda de una guitarra más que de un piano. El piano era bastante complicado, sacar acordes, notas, sinfonías en fin toda una odisea, cosa que no le deseaba ni siquiera  John. En cambio una guitarra era menos complicada, con solo rascar las cuerdas se sacaban algunas melodías, era como un poco mas amoldada a un músico principiante, y el instrumento mas fácil para tocarse claro todo desde la perspectiva de Paul McCartney.
-¿Qué quieres que te diga Cyn?
Paul ya no estaba sentado en la fuente, ahora cambió de lugar recostándose con Cynthia, era agradable estar con ella, platicaba de muchas cosas se sentía más a gusto con Cynthia que con las putas de la caverna.
Eso era lo que llamaba su atención de Cyn, que era sincera, se dejaba llevar y decía lo que sentía sin chistar era una chica algo difícil dado a que tenía un carácter no muy fácil de moldear. Había que llegarle por muchos lados para poder dar en el clavo y una vez que lo tenía, no lo soltaba ni de loco, cuando se hacía enojar a Cynthia Powell era estar viendo al mismísimo Lucifer, bueno era peor, mucho peor.
Pero aun con toda su dificultad, Cynthia podía ser una rosa suave, olorosa y muy hermosa. Más todavía cuando sonreía. Para Paul McCartney el ver sonreír a Powell, era estar viendo ángeles bajar del cielo.
Haría hasta lo imposible por evitar que Cynthia cayese en manos de John, hasta no estar seguro que Lennon tendría con ella otras intenciones no iba a ceder con nada. Pelearía por ella; si al final John le ganaba pues ni modo, solo le restaba pedirle que fuese sincero con ella; que no la lastimase, era lo menos que se merecía.
-Puedo hacerte una pregunta Cyn?
-Claro, ¿Qué no estamos en confianza Paul?
-¿Por qué odias a Lennon?
Cynthia se quedó esta vez callada, ¿Por qué odiaba a Lennon? No lo sabía, solo sabía que no le gustaba ni que la mirara, ni que la tocara, John era insoportable para Powell, aunque a veces se confundía dado a que llegaba a sentir que le atraía en muchas formas.
Varias veces quiso acercarse a John, intentar charlar sobre algo que no fuesen los senos de la mujer que estaba enfrente de todos posando para las pinturas, pero sencillamente era imposible tratar de dialogar algo decente con Lennon, John no tenía otra cosa en la cabeza más que sexo, sexo y sexo ah también Rock and roll, fuera de eso no había cabida para más. Lo que a sus ojos le hacía parecer como un cavernícola viviendo en los años cincuentas, anudando a que era un tipo sin modales, no le importaba en donde o con quien estuviese siempre tenía que salir con alguna estupidez que aunque para unos fuese bochornoso; para Lennon era la mejor de las bromas.
-No le odio.-Cynthia se llevó las manos a la cara, tenía algo de sueño.- Solo no me cae, es decir no considero que…
-¿Sabes que tu le llamas la atencion verdad?
Cynthia se quedó asustada, petrificada al saber que era del gusto de un tipo como Lennon, no es que le desagradase saber que no le era indiferente pero sabiendo como era seguro la querría para sexo y nada más. John no era capaz de tener una relación seria con una chica sin estar el sexo por delante eso lo sabían todos, el hecho de que Paul le hiciese semejante confesión le hizo estremecer de pies a cabeza.
Por su parte, Paul comprendió su gran metida de pata ¡mas idiota no podía ser con un carajo! Cynthia no estaba preparada para que se enterase de que era del agrado de Lennon, y él como un completo idiota se lo dijo sin decirle agua va.
-Es decir.- Lo mejor era apurar las cosas antes de que Cyn se pusiese mas pálida de lo que ya estaba.-  Le gustas como una amiga… tu sabes cómo es Lennon ¿no?
-Me asustó mucho lo que me acabas de confesar Paul.-Cynthia se pasaba las manos por los brazos, la noche se empezaba a poner un poco fría, Paul como todo buen caballero se quitó el saco de encima y lo colocó sobre sus hombros.-Gracias, pero te decía que tengo miedo ¿Qué pasa si Lennon se sigue obsesionando conmigo Paul?
Paul se mordió el labio inferior, definitivamente fue un total imbécil con decírselo as Cynthia, lo mejor pudo haber sido quedarse callado. Pero en fin había que arreglar las cosas.
-Pues yo te defendería de John.-Paul no pudo evitarlo, llevó una de sus manos a su mejilla izquierda.
Cynthia por su parte estaba con el corazón brincando, nunca en toda su vida estuvo tan cerca de un hombre como en ese momento, el primer beso lo recibió como a los quince años, sin embargo no sintió que fuese importante, dejó que Paul hiciera con ella un poco más, su mano bajó de su mejilla a su cuello poco a poco ambos empezaron a ladear sus cabezas juntando al fin sus labios en un beso tímido y tierno.
Cynthia sintió los labios de Paul un tanto cálidos, pero no por eso dejaban de ser agradables para la rubia Powell, entre tanto llevó su mano al cuello de McCartney para poder  estar más cómoda mientras que Paul ponía sus manos temblorosas en su pequeña cintura.  Sintió que Paul comenzaba a acalorarse dado a que cuando abrió los ojos ya tenía a McCartney encima de su cuerpo con ella recostada sobre el césped, por lo que consideró prudente separarlo antes de que alguien más los viese.
-Paulie.-Cyn puso sus manos en el pecho de Paul impidiéndole seguir, Paul se separó de ella con los labios totalmente hinchados.-Será mejor que volvamos adentro, mamá debe estarme buscando.
Paul sonrió de medio lado, por lo menos ese beso fue una ventaja mas encima de John, de seguir así pronto Cynthia sería su novia y John bueno…a ver que hacía para quitarlo del camino. Se levantaron ambos del césped sacudiéndose la ropa, Cyn devolvió a Paul su saco y ambos se metieron nuevamente al interior de la casa.









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