¡Yeah! Genial el estúpido clima
cambió justo cuando él caminaba rumbo a la Caverna, estúpido Londres ¡a caso
nunca dejaría de llover! ¡Con una mierda eso era estar más jodido que un
guardia de noche! No le quedó de otra más que tragar saliva arreciar el paso y
¡DEJAR DE PENSAR EN ELLA! ¿Por qué Cynthia le caló tanto? Que él supiera se
limpió el culo con forros más buenos que esa niñita boba. Aunque a decir verdad
no estaba del todo fea. Bueno a decir verdad un poco ¡Pero que coño! Se pasó la mano por el cabello, dejó de
caminar un rato resguardándose de la lluvia bajo una parada de bus, Cynthia,
Cynthia, Cynthia, Cynthia ¡Cynthia! No supo cuando ni donde pero esa perra
debió ponerle algo, sí era raro que de
la noche a la mañana estuviese pensando en ella noche y día ¡incluso llegó a
componer algo para ella! Ese no era él. John no sería capaz de enamorarse de
alguien tan anticuada como Powell.
La lluvia cesó un poco, la Caverna
todavía quedaba a algunas cuadras así que mejor optó por caminar más rápido
hasta por lo menos llegar al club, vaya que lo logró sí de algo estaba contento
era de su condición física, John era capaz de recorrer Liverpool a pie de
arriba abajo en pocas horas.
Llegó al establecimiento chocando su
mano con la de Mike el guardia del club,
pudo divisar a Stu y Paul sentados en la barra con un par de nenas cada quien,
se sonrió para sus dentro ¡Diablo de Paul siempre se conseguía lo mejor! Así le
doliera tenía que reconocerlo, el chico tenía buen ojo para las mujeres y por
supuesto para la música. Se acercó a ellos
colocando su chaqueta en el respaldo de su silla, al menos si conseguía
que se secase un poco habría ganado algo en ese día.
-¿Y cómo te fue con Cyn John?-Ya veía
venir eso por parte del mas ansioso de todos, hablaba de Stu, Paul demostró
interés poniendo sus ojos fijos en él. Sin embargo era John quien no quería
recordar ese amargo momento que Powell le hizo pasar, pidió un Wiskhey con soda
bebiéndolo de dos tragos.- ¡Caray Lennon tenías sed!
Las risas burlonas de Paul no se
hicieron esperar incluso las del muchacho que servía en la barra, Jonathan.
-¡No me jodas tu Stucliffe!-John
pidió otro Whiskey, Paul y Stuart comprendieron que las cosas no marchaban
bien.
-¿Te mandó al diablo?-Cuestionó Paul
como diciendo ‘’te lo dije’’ conocía a Cynthia desde que pisaron Liverpool,
sabía que no era el tipo de muchacha que pudiese agradarle John Lennon, pero sí era de las que el agradaban a él.-Te
dije que estabas perdiendo tu tiempo y esfuerzo con Cyn , John será mejor que
lo dejes ella no te hará caso. Creo que no es tu tipo de chica, ella no es
Bridgitte Bardot John,
John ya estaba harto, desde que se le
ocurrió meterse con Cynthia llevaba escuchando eso durante dos malditos meses
¿Qué a Paul le gustaba la educadita Powell? ¡pues que le provechara! Pero
primero tenía que tirársela él, Cynthia Powell no sería para Paul si él no era
el primero, tenía entendido que Cyn todavía era virgen.
-Sí hubiesen visto la naturalidad con
la que me bateó.-John seguía enfurecido.- No voy a rendirme, jamás me rindo
mucho menos con ella, Cynthia es para mí y punto.
Stuart miró a John un tanto
confundido, aunque también estaba impresionado era la primer vez que lo veía
así de encaprichado, esa era la palabra más concreta que pudo encontrar para
describir los actos de John, Estaba bastante encaprichado con Cyn.
-John concuerdo con Paul, mira déjalo
a tiempo antes que sea demasiado tarde ¿Quieres?
-¿A que te refieres con eso de
‘’quieres’’ Stu?
Stuart se calló, no creyó que
llegaría a pensar si quiera en eso ;pero bueno siempre cabía la posibilidad de
que ocurriese, sí es que John no paraba
a tiempo esa locura que estaba empezando.
-¿Si has oído eso de que del odio al
amor solo hay un paso verdad?
John se quedó intranquilo, ¿Se llegaría a enamorar en serio de Cynthia
realmente o solo eran especulaciones idiotas de Stu? Prefería prestar oídos
sordos que llenarse la cabeza de estupideces, solo eran eso simples estupideces.
-¿Nada nuevo para esta noche?-Si un
cambio de tema en la conversación le ayudaría a alejar las malas vibras que le
echaban Paul y Stuart.
-De hecho sí.-Paul sacó de su mochila
unas partituras.-John quiero hablarte de alguien, es amigo mío y…
-¡Sin rodeos Macca escupe ya!
-Se llama George, tiene catorce años,
pero espera.-Paul alcanzó a callar a John.-Es un excelente guitarrista,
pruébale veras que te va a gustar.
¡Eso era el colmo! Que Paul quisiese
incluir a un maldito puberto en su banda, con él y Pete tenía bastante. A parte no se sentía
con muchos ánimos.
-Dile que regrese otro día.-Contestó
tajante.-No me encuentro de humor para atender niñitos.
-¡Ya vale John! No es culpa mía que
Cynthia te haya mandado al demonio.
Era suficiente, tenía ganas de
desquitarse con alguien y si Paulie se ofrecía pues que mejor dejó su bebida yéndose a los golpes con Paul.
Los pocos que estaban en el bar empezaron a hacer bola, hacían apuestas entre
ellos para ver quién era el mejor si John o Paul.
Paul no se dejaba de los golpes que
le daba John, mientras John se entretenía mordiéndole el cuello, él estiró una
pierna dando una patada en sus partes nobles, al menos eso le haría ver que él
no era Stuart o Pete Best para que hiciese con ellos lo que le viniera en gana,
como también trataría de impedir que dañara a Cyn.
-¡YA BASTA!-Stuart los cogió del
cuello de la camisa obligándoles a separarse, dos de los guardias le ayudaron a
separar al par de perros de pelea que tenía enfrente.-¡Como dijo Paul John no
es culpa nuestra que Cynthia te haya dicho no, entiende que siempre habrá una
primera vez!
John se zafó del guardia que lo
agarraba, Paul hizo lo mismo una vez más calmados tomaron sus respectivos
lugares.
-Está bien, dile a tu amiguito que
entre pero solo le haremos una prueba si veo que es un imbécil lo echaré a
patadas ¿Has entendido?
Paul asintió de mala gana, salió del
bar después de que John diese sus ‘’veredictos’’, entró al poco rato con George
Harrison; George cargaba a lado una guitarra al mismo tiempo que se sentía
intimidado por las miradas penetrantes de John
y Stuart.
-Paul.-Susurró intranquilo.-Será
mejor que venga otro día.
George estuvo a nada de darse la
media vuelta, Paul fue más rápido que él
y alcanzó a cogerlo.
-Escucha Georgie.-Paul lo estampó en
una pared.- Ese par de hijos de puta siempre suelen ser así, tu entra
naturalito, ¿Sí? Has como que ese par de cabrones no te están mirando.
George tragó saliva, Paul tenía razón
les demostraría que no le daban miedo, siguió adelante intentando controlar sus
nervios y se impresionó a sí mismo cuando al estar finalmente frente a John no
sentía ya nada. Al fin era dueño de sí mismo.’
-Bien hijo.-John que hacía unos
minutos estaba sentado en la barra, bajó de un brinco para examinar a
George.-¿Qué quieres y cómo te llamas?
-¿Qué no es obvio lo que quiero?-John
abrió los ojos como platos, al menos el muchacho era deshinibido.- Y me llamo
George, tocó bien la guitarra y Paul me dijo que necesitaban un…
-Alto, alto, alto.-John calló a
George petulantemente.- Una cosa es que te vaya a hacer una prueba y otra muy
distinta querido George es que te vaya a decir que estás dentro, tengo que ver
lo que tienes, si eres realmente bueno si no te pediré no muy amablemente que
te largues de aquí. ¿Queda claro George?
George asintió, los nervios volvían a
hacer de las suyas nuevamente, aunque bueno para ser el principio estaba más
que bien.
-¡Venga denle un bajo!-Gritó John a
los del escenario.
Rytchie se acercó pasándole el de
Stuart.
-¡PERO PORQUE EL MÍO!-se quejó
Stucliffe.
-¡Porque si y punto! Anda George
estamos esperando.
George tomó el bajo dejando a un lado
la guitarra que llevaba, John la tomó era realmente buena, calo las cuerdas
bien todas estaban perfectamente armonizadas y el sonido era bastante bueno.
Dejó de lado la guitarra de George
poniendo más atención de lo debido a lo que el muchacho tocaba, se escuchaba
bien, miró a Paul y Stuart ambos movían los hombros lo cual quería decir que
esa pieza tenía bastante ritmo, para terminarla más rápido el muchacho tenía lo
suyo, era armonizado, mantenía el ritmo a la perfección y se movía bien lo que
quería decir que quizás no fuese un asco en el escenario.
George terminó su pieza, los tres
muchachos se quedaron pensando un buen rato, Paul y John concordaban en que era
un excelente músico y lo preferían con los Beatles antes que en otro grupo. Era
Stuart quien veía defectos: MENOR DE EDAD eso les causaría algunos problemas no
con ellos. Si no con el dueño del bar.
-John.-Stuart habló al oído de
John.-Creo que no sería buena idea, tú sabes la ley, se pondrán insoportables
cuando lo sepan.
John no hacía caso de las palabras de
Stuart, podría tener razón pero el muchacho ¡Mierda sí que era bueno! A pesar
de ser adolescente y menor de edad como lo recalcaba Stu, tenía talento podía
olérselo a distancia; solo con un poco más de práctica y ya estaba preparado
para el futuro.
-Bien.-John hablaba fuerte y
claro.-Stuart dice que tendremos problemas con la ley y si lo admito no está
permitido a un menor de edad dejarlo entrar a lugares de mala muerte como
estos.-Las risas no se hicieron esperar.-Sin embargo, yo digo que el chico es
bueno ¡Que digo bueno! Es una maravilla, Georgie este es tu día de suerte.
George se emocionaba cada vez más con
las palabras de Lennon estaba a nada de un sí, pero tenía que seguir
manteniéndose calmado, quizá solo fuese una mala jugada de parte de John.
-¿Entonces?-Habló un tanto inquieto,
quería escuchar las últimas palabras de John de una vez por todas.
John bajó de la barra, acercándose a
George con una amplia sonrisa en el rostro.
-Espero que no tengas nada que hacer
en la noche George…
-¿Eso quiere decir que..?
-Sí Harrison, estás dentro del grupo
te espero a las nueve y media.
Paul logró escapar del bar cuando John
estaba entrevistando a George, llegó a la tienda de muebles que su padre tenía
en Liverpool. Tuvo buena suerte, la señora Powell estaba viendo un piano.
-Buenas tardes Madame.-La señora
Powell se dio la vuelta rápidamente, sonrió cuando se encontró a Paul
haciéndole reverencia, sabía que solo era una burla del muchacho pero aún así
se empeñaba en tomarlo como un gesto de caballerosidad.-¿Algo en especial?
Paul deslizó su dedo índice a través
de la cola del piano que la señora Powell admiraba.
-En verdad sí.-Contestó ella.- Me
tiento por comprarlo, ya sabes como regalo de cumpleaños para Cyn, mi pequeña
cumple este domingo 19 años, tengo la intención
de dar el enganche de uno de estos. Ah por supuesto que estás invitado,
estoy invitando a los muchachos de Liverpool no es que quiera persuadir a Cyn
para que se case joven, pero creo que ya debería relacionarse con alguno.
Pienso que ya tiene la edad suficiente.
A Paul se le prendió el cerebro, sí
Cyn cumplía años el domingo, entonces podría llevarle el piano como regalo. Se
ganaría la confianza de Cyn poco a poco. Sería más astuto que John, ese idiota
cara de chango le gustaban las cosas de golpe así estaba acostumbrado. Él por
el contrario trataba a las chicas de manera poco más especial, bueno a las que
eran como Cyn. A las demás las trataba como lo que eran: unas putas.
-¿Sabe que Madame Powell dejemos el
tema del piano por la paz y subamos a casa por un té? ¿Qué le parece?
Patrice Powell aceptó encantada lo
que era parte del plan de Paul, Paul ofreció su brazo a Patrice, juntos
subieron las escaleras llegando a la puerta de los McCartney.
Paul cedió el paso a la madre de
Cynthia, por lo menos la primer parte del plan ya estaba trazada, echarse al
bolsillo a la señora Powell. Lo siguiente era una cita a solas con Cynthia.
Sonrió al pensar que lo lograría. No cedería hasta ver a John Lennon alejado
totalmente de Cynthia Powell.
Stuart Sutcliffe
John Lennon
Paul McCartney:
George Harrison: